Ermita de Nuestra Señora del Patrocinio. Sabayés.

A unos doce kilómetros de Huesca, y al pie de la sierra, está Sabayés, un pequeño pueblo, en cuya entrada se encuentra esta ermita, ampliada con una casa para cofrades, supongo, hace poco tiempo.

Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido. Huesca.

Bosque de las hayas.

Cascada del estrecho.

Mirando hacia Cotatuero.

Paseo hacia la cola de caballo.

Bosque de las hayas.

Gradas de Soaso.

A una hora y media de la capital de la provincia se encuentra este parque nacional, uno de los más impresionantes de la península ibérica, con una riqueza faunística y paisajística increíble. Solo un simple paseo para disfrutar de la maravilla de la naturaleza. Aquí el otoño se convierte en una obra de arte.

Centro budista de Panillo.

A pocos kilómetros de Graus, se encuentra este centro budista. Curioso de visitar.

La Garona seca.

Aunque los lugareños dicen que cuando la Garona baja seca, el agua va por debajo, impresiona ver el cauce en estas condiciones. Esperemos que pronto caiga algo de lluvia y se mejore el panorama, porque un poco de pena sí que da ¿o no?

Ermita de la Trinidad. Rasal.

El desvío señalizado para esta ermita se encuentra a tan solo un kilómetro o menos antes de llegar a Rasal viniendo de Arguis. A partir de allí, por una estrecha pista, que es más recomendable hacer a pie, y en menos de medio kilómetro, llegamos a una explanada al lado de la Garona, río que da nombre al valle, donde se encuentra la ermita de la Trinidad. La ermita no es muy antigua, pero el lugar donde está enclavada es bonito y además está muy bien cuidado. Buen lugar para pasar una cálida tarde de verano o una buena mañana de otoño.

Tozal del Mallo. Ordesa.

El Tozal del Mallo de 2254 metros, es uno de los buques insignia del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, sobre todo en la entrada por Torla, ya que al llegar a la pradera se observa una hermosa vista de este pico. Muy recomendable subir a Ordesa en otoño.

Niño cruzando. Nacional II.

Pasado Lérida, y antes de llegar a Tárrega está este "niño grande" en ademán de cruzar la carretera. Impresiona, porque hace el efecto de que se te vaya a cruzar en cualquier momento.

Santolarieta. Huesca.

Publecito que aún mantiene en el hablar popular su nombre en aragonés. En castellano Santa Eulalia la menor, aunque creo que habrá muy poca gente que lo reconozca por este nombre, ya que casi todo el mundo lo nombra como Santolarieta, eso sí, los carteles oficiales tienen que ser formales y poner el nombre "como Dios manda". Espectacular la imagen que ofrece casi colgada en medio de la montaña, y que se divisa por gran parte de la hoya de Huesca. Un bonito lugar en el que se tienen buenas vistas y en el que uno se puede perder del mundanal ruido.