jueves, 28 de febrero de 2013

Alberca de Loreto.


Ermita de Loreto con el pico del Águila y el Salto de Roldán al fondo.

 A unos cuatro kilómetros de Huesca, a escasos metros de la ermita de Loreto, de donde toma el nombre, y cerca del lugar de Cuarte, se halla la Alberca de Loreto.
Postes para anidar las aves. Facilidades que no falten.
 En época seca es dificil de apreciarla, pero en año lluvioso como este, da gusto acercarse a sus orillas y contemplar la diversidad de animales que allí se acercan.

La ermita desde la alberca.

 Son muchas la aves que hacen un alto en esta alberca en su camino de emigración.
La luz en la alberca por la mañana.
 Los contrastes de luz son impresionantes y es un buen paseo tanto andando como en bici.
Buen año para la alberca.
 Siguiendo desde Huesca el camino a la ermita de Loreto, y avanzando unos metros más por una pista indicada llegaremos hasta la alberca.
Durante este invierno la alberca aún ha tenido más agua.
 Cualquier momento es bueno para visitarla, pero los amaneceres y los atardeceres son los mejores.

La primavera se prevee que vendrá con energía.

Lugar muy cercano a Huesca que no hay que perderse, y menos en un año lluvioso como este.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Budapest.


Pest. Parte de la ciudad más llana.

El Danubio, o Duna en húngaro separa las dos ciudades que eran en un principo. Buda a la izquierda y Pest a la derecha.

Antigua ciudad de Buda, mucho más montañosa.
Budapest es la capital de Hungría, así como su principal centro industrial, comercial y de transportes. La ciudad posee 1,74 millones de habitantes una disminución significativa respecto de los casi 2,1 millones con que contaba a mediados de los años 80, que representan un quinto de la población total de Hungría. Es la ciudad más poblada de Europa central-oriental y la séptima de la Europa. La ciudad ocupa una superficie de 525 km². Budapest se convirtió en una única ciudad cuando ocupó las dos orillas del río Danubio, unificando las ciudades de Buda, en la orilla oeste, con Pest, en la orilla este, el 17 de noviembre de 1873.

martes, 26 de febrero de 2013

Gastronomía húngara.

Pan casero decorado con la bandera húngara.
Ya hace unos meses que pude disfrutar de un viaje a Hungría, pero no me había acordado de subir estas fotos sobre la gastronomía que pude probar allí.  


El goulash se prepara en un caldero especial (bogracs).
Probamos una gran cantidad de platos típicos, ya que soy de la opinión que donde fueres come lo que vieres, así que aceptamos los menús que nuestros anfitriones nos ofrecieron. Cabe destacar el goulash que hicieron en un jardín como recibiento. Simplemente delicioso. 
Gulyásleves, más parecido a una sopa

Carne de cerdo con tarhonya (pasta de huevo en forma de granos)

Carnes de cerdo típicas de Transilvania.
Al ser un país de centro europa, donde el frío en invierno es el rey, las sopas calentitas están a la orden del día. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Eso sí, de verdura fresca, cocida, o regada con un corro de aceite de oliva, nada de nada. Como mucho un gajo de tomate y un trozo de hierba encima.


El cerdo de cualquier manera, por ejemplo relleno y rebozado.
Carne y más carne, pero siempre regado con la Borsodi, la cerveza húngara por escelencia. Por cierto, la lata más pequeña de medio litro. 
Carne de cerdo gratinada con queso.

Pechugas de pollo con muchísimas especias y hortalizas crudas.


Pörkölt es un guiso de origen húngaro pero más espeso que el goulash.

Carne de cerdo con una salsa a base de paprika, cebolla y bacon.



De postre leche de pájaro, hecha con natillas y clara de huevo.



sábado, 23 de febrero de 2013

Decoraciones gastronómicas.




Hace unos días, estuve comiendo por primera vez en un restaurante cerca de Huesca, en el lugar de Nueno, un restaurante vegetariano para ser más concreto, y aparte de que comí muy bien, para ser un carnívoro convencido, me llamó mucho la decoración de los platos, y sobre todo la de los postres. Lástima que haya que destrozarla para comerte su contenido, pero antes hice estas fotos para que quedara constancia. Queda claro que lo bueno y lo bello, en gastronomía, van mejor unidos. (Aunque si se ha de elegir.....)