viernes, 18 de diciembre de 2015

Ermita de la Trinidad. Bolea.

Al llegar a Bolea se va en dirección a Puibolea, y en lo alto del pueblo, sale una pista, que es el camino natural de la Hoya de Huesca, y que nos dejará justo al lado de la ermita. El camino es una pista en muy buenas condiciones.


Hace unos años visité esta ermita, y estaba prácticamente destruida. En la actualidad se ha rehabilitado el edificio y el entorno, y ha quedado un lugar apto para visitar en cualquier momento.
Su lugar es privilegiado, ya que se encuentra justo al pis de la Sierra Caballera, en el camino que lleva a Bentué de Rasal y cerca de los pozos de nieve.


Esta ermita fue un antiguo convento. La parte de la santería es la que se encuentra en peor estado, siendo que hasta no hace muchos años había unos santeros viviendo en el lugar.












martes, 1 de diciembre de 2015

Ermita de San Pedro. Bandaliés.


 La ermita de San Pedro de Bandaliés se encuentra a un kilómetro del pueblo. Cruzando la carretera cogemos la pista en en torno a diez minutos andando nos encontramos con un pequeño grupo de carrascas que la esconden.
 La ermita no se encuentra en las mejores condiciones, pero al menos se conserva en pie.
El tejado es lo que se encuentra en peor estado, y la puerta, aunque débil, permanece cerrada. 


 Desde este lugar se tiene unas buenísimas vistas de la sierra de Guara y de los cercanos pueblos del abadiado de Montearagón.


viernes, 13 de noviembre de 2015

Paseo por el río Gállego. Del puente de Santolaria a Erés.

El paseo comienza en la carretera que une Ayerbe con Santolaria de Gállego. A unos cuatro kilómetros de Ayerbe hay un puente de hierro que cruza el río. Pues antes de cruzarlo dejamos el coche aparcado a un lado de la carretera, y justo enfrente sale el camino.




Al principio la senda es ancha, aunque luego se vuelve más estrecha. Durante mucho recorrido se va pegado al río, y la vegetación es la típica de ribera.




Después de unos tres kilómetros de senda, se llega hasta el pueblo de Erés. La vuelta por el mismo camino.


Vista del río.


Imagen de la iglesia de Erés.




Puente de hierro donde comienza y termina la excursión.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Salto de Roldán. Peña de San Miguel.

Peña de San Miguel.

Picón al fondo, en medio la peña de Amán y en primer plano el Fraile.


Acceso escalonado.
Salimos de Huesca por la carretera que va en dirección a Apiés y nos acerca allí en unos nueve kilómetros. Cruzamos el pueblo y continuamos en dirección a Sabayés, pero a pocos metros del pueblo, sale una pista asfaltada a mano derecha que toma dirección a Santolarieta y al embalse de Cienfuens. Después de unos cuatro kilómetros de subida, dejamos a mano izquierda el desvío a Santolarieta y en oco más de dos kilómetros llegamos al pie del salto de Roldán.
Acantilados de cienfuens al fondo y abajo el río Flumen.



La antigua ermita.
Aquí existen varias plazas de aparcamiento y desde aquí, donde las vistas ya son muy buenas, podemos seguir ascendiendo por una senda bien marcada y señalizada.



Parte de una antigua ermita.
El primer tramo, hasta llegar a la roca, tiene peldaños artificiales y el firme es bueno. Cuando se llega a la roca, por la cara norte, aparecen cadenas y clavijas, no muy complicadas de pasar siempre y cuando no se tenga vértigos y se vaya con mucha prudencia. No es mucha la altura, pero una caída o un golpe podría resultar peligroso.




Pico de Gratal desde el interior de la fortaleza.

Acantilados de Cienfuens.

Pico del Águila.
Subiendo se pueden divisar varias construcciones, como una torre o varios aljibes. En la parte superior quedan restos de una ermita y de varias construcciones más. Es una pena que no se recuperen, porque el lugar tiene una magia especial.
Fortaleza de la cima.


Picón o pico del Mediodía.
Desde la cima se pueden divisar el pico de Gratal y parte de la Sierra Caballera al oeste, al norte el pico del Águila y los acantilados de Cienfuens, al este el Picón o pico del mediodía y la peña de Amán, y al sur toda la plana de Uesca con el carrascal de Lierta como una mancha verde perenne.



Escalera que da acceso a las grapas.

Grapas de ascenso y descenso.


Señalización del camino.
La peña de Amán, la que muchos piensan que tiene este nombre por su leyenda árabe, y que como me explico un habitante de un pueblo cercano, se denomina así por estar cerca de la peña de San Miguel, por estar "a mano" en aragonés "a mán", de allí su nombre peña de Amán.