La estación internacional de Canfranc, fue inaugurada en el año 1928, y por ella han pasado miles y miles de personas. Parece mentira toda la historia que alberga esta estación viéndola ahora abandonada.
Su paso debajo de las vías bien nos puede trasladar a cualquier película de suspensa de los años cincuenta en cualquier ciudad importante.
Cuando te enteras de las historias de espías de la segunda guerra mundial, cuando los alemanes están en Canfranc, y la resistencia francesa también tiene presencia aquí, te das cuenta de lo poco que conocemos de nuestra historia.
Abogo por una pronta restauración de esta estación con dos andenes, el nacional y el frances, situado en la parte de atrás, pero abogo sobre todo por una estación abierta, un tren que te pueda llevar a Francia sin necesidad de utilizar el coche, y abogo sobre todo por la lógica, y por la defensa del esfuerzo que hicieron miles de Aragoneses y sobre todo de montañeses abriendo ese túnel que nunca se debió cerrar.
Tengo la intención de poder pasar alguna vez por ese túnel. Hay que luchar por conseguirlo.
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