Entre Apiés y San Julián de Banzo, se encuentra el despoblado de Sagarillo. Está a la orilla del río Flumen.
Se puede acceder desde los dos pueblos, si bien, cuando yo fui, desde San Julián de Banzo la pista estaba cortada por dos grandes rocas que habían caído y que hacían posible el paso solo a pie, y con dificultad.
Desde Apiés resultó algo más sencillo, con cuatro kilómetros de pista que pasan por el barrio de Lienas, también abandonado. El último tramo tampoco estaba muy bien, gracias a las lluvias de la primavera.
Es un bonito lugar, donde se pueden contemplar unas vistas espectaculares del Salto de Roldán.
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