El ibón de Sabocos se puede acceder de la misma manera que al de Asnos, si bien se puede ir directamente por la pista, o se puede acceder por una senda desde el de Asnos.
Es un ibón espectacular, por el lugar donde se encuentra, y por el color del agua.
Existe un refugio al lado del ibón, pero este día estaba rodeado por vacas, que hacían imposible acercarse a él.
Un buen lugar para descansar y relajarse un rato.
Desde el principio la pista asciende rápidamente y los paisajes lucen con todo su esplendor.
Esta vista es una de las que más me gusta del Pirineo, con el embalse de Lanuza en primer plano, Sallent detrás y la peña Foratata en el centro, vigilante.
Y al fondo, majestuoso, imponente, y escondiéndose entre las boiras, el Midi d'Osseau.
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