Sencilla excursión, que en poco más de una hora, se da una vuelta a los mallos de Agüero.
Pasamos por delante del cementerio del pueblo, y a pocos metros, hay un aparcamiento a la izquierda y una señalización a la derecha que nos indica el comienzo de la senda.
El camino comienza en una subida continua pero muy llevadera. A la izquierda tenemos los mallos, que se asoman imponentes.
Al cabo de unos veinte minutos, llegamos a un collado, donde la vista es increible.
A partir de ese collado, tomamos el desvío a la izquierda, en una senda que baja mucho y que no se encuentra en muy buen estado.
Al terminar la senda de bajar, hay una confluencia de caminos. Uno que sigue a la izquierda, que luego tomaremos y que nos llevará hasta Agüero, y el otro, a la derecha, que indica hacia Villalangua, pero que en diez minutos nos lleva a la cueva de Al Foraz. Como sacada de un belén, la cueva vale la pena visitarla.
Volveremos al desvío y seguimos, pasando muy cerca de la peña Sola.
El camino vuelve hasta el punto de partida. Un paseo sencillo, por unos parajes espectaculares. Para no perdérsela.
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