Desde el pueblo de Aisa, subimos por la pista asfaltada hasta la Cleta, una valla que impide el paso. allí dejamos el coche y comienza el paseo.
A poco de comenzar la pista, nos podemos acercar a las pozas del río Estarrún. Siguiendo por la pista entramos directamente en el barranco de Igüer y sus pozas.
La pista continúa y se adentra en los llanos de Napazal. Un paraíso para vacas y caballos.
Al llegar al fondo del circo, en unos 50 minutos, la senda sube por la derecha del circo, volviendo a las pozas del barranco de Igüer, y a la pista por la que habíamos comenzado.
Las vistas, al coger altura son espectaculares.
Los mallos Lecherines al fondo.
La excursión es muy accesible, y tiene mucho recorrido para volver en más ocasión es, ya que también se puede acceder al collado del Bozo, a la surgencia del Chorrotal, al dolmen y el ibón de Izagra, y antes de llegar a la Cleta, se puede hacer una visita a la cascada del Sibiscal, aunque en verano baja con poca agua.
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