El camino, que era el antiguamente utilizado por las gentes de Arguis para subir a Bonés, asciende por un bello cajicar, y va tomando altura poco a poco. Tiene poca pendiente y las vistas son para detenerse de vez en cuando.
Al cabo de una hora, subiendo con tranquilidad, llegamos a la cresta de la sierra, donde podemos encontar carteles explicativos de las vistas. Se puede apreciar desde este punto una gran panorámica de la "Plana de Uesca".
También podemos diviar el pueblo de Belsué y la cara norte de la sierra de Guara.
El camino en este punto cambia de cara, pasamos a la cara norte de la sierra, y por consiguiente cambia también el paisaje. Pasamos de cajicos, a pinos y hayas (faus en aragonés), que adornan la parte más bonita del camino. Recomendable en otoño o en primavera, ya que en verano el sol calienta fuerte y en invierno y con nevadas, se acumula mucho hielo.
Tras una bajada de unos veinte minutos, llegamos a una pista, que en cinco minutos nos lleva hasta las mismas praderas de Bonés. En días soleados se acumula hielo en zonas sombrías (en aragonés llamados "pacos") osea que en días de nieve ya os podeis imaginar...
Las praderas de Bonés, pertenecientes al municipio de Arguis, erán zonas de pastos para cabras y ovejas hace años. Ahora en verano se pueden observar vacas.Es impresionante el contraste en esta excursión de la zona sur por la que subimos, a las zona norte donde se encuentran las praderas.
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