La vista por el camino es muy bonita, como por ejemplo los mallos de Riglos.
O el mirador de los buitres.
O los mallos de Murillo.
Después de una inclinada pendiente llegamos a la pasarela.
Destaca sobre el paisaje.
Y aunque se mueva un poco es muy segura.
Desde allí el río se contempla de manera diferente.
Si continuamos la senda llegariamos en un rato hasta el lugar de Riglos.
Bonito paseo para las tardes de primavera.
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