La ermita de Santo Domingo, de Almudévar, es uno de esos lugares recónditos, que conocen los del pueblo, y poca gente más, y sin embargo, pasear por esas pistar, y llegar hasta allí, te hace descubrir que estas llanuras son impresionantes.
A las afueras de Almudévar, una pista que pasa por debajo de autovía, nos lleva en un par de kilómetros hasta una mancha verde en medio de una llanura de campos cultivados con cereales, y que dentro guarda la ermita de Santo Domingo.
Esta ermita, protegida por pinos, se compone de dos partes, una entrada con hogar y chimenea, se supone que para recuperarse con un buen almuerzo, y la parte de la ermita, que se encuentra muy cuidada.
Y aunque el lugar se halla en buenas condiciones, siempre hay algún estalentado que le gusta dejar su mancha
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