Partimos en día de lluvia desde Arguis. Era fina y no molestaba mucho al andar. Seguimos las señales en dirección a Bonés y su ermita de la Malena. Cuando la senda llevaba unos minutos en ascenso, una señal nos indicaba que para las tiñas teníamos que coger la senda a la izquierda. Por cierto, "ralla" en aragonés como accidente orográfico, va con "ll".
Poco a poco fuimos ganando altura, y pudimos ver las Calmas, Calma Alta y Calma Baxa, el pantano de Arguis, la punteta de Gratal y el Pico del Águila.
Pronto llegamos a la zona "d'as Tiñas", lugar donde se encuentran varias parideras.
La senda tenía momentos de relajo, que no exigían demasiado esfuerzo, pero la lluvia constante no permitía dedicar mucho tiempo a la contemplación. La senda se encontraba bastante limpia.
Al llegar a lo alto de las tiñas, vimos el Peiró, y a partir de aquí, una bajada bastante embarrada hacia Bonés.
Las praderas de Bonés continúan como siempre las he recordado, verdes y con vacas. Paraje bucólico donde los haya, a pocos kilómetros de Huesca.
La ermita de la Malena preside estas praderas. Buen camino, del que nos apartamos para volver por la senda. Una senda arbolada sencillamente impresionante.
En lo alto, disfrutamos unos minutos del paisaje, ya que había parado la lluvia, y continuamos la bajada, hasta que nos juntamos con la senda que habíamos cogido al principio. En total, un paseito de cuatro horas bajo la lluvia, pero con un paisaje excepcional.
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