lunes, 23 de julio de 2012

Santa María de Iguacel. La Garcipollera.

Cartel informativo.

Panorámica de la ermita románica.

Pinturas góticas.

Restauradas y con buena conservación.

Santa María de Iguacel.

Panorámica desde el interior.

Símbolo telúrico que se encontraba en el centro de la iglesia. Actualmente un poco ladeado al haberse desplazado la ermita unos metros en los últimos mil años.
En castiello, y dirección a Francia tomamos un desvío a la derecha que nos llevará por el valle de la Garcipollera, que en la actualidad está practicamente deshabitado escepto el núcleo de Villanovilla, donde algún famoso tiene su "pequeña" casita, y un centro ganadero de la DGA en Bescós de la Garcipollera. Desde Castiello tenemos unos seis kilómetros asfaltados hasta Villanovilla, a partir de allí sigue por una pista que no está en muy malas condiciones. En cuatro kilómetros nos situamos en un merendero muy apto para descansar a la sombra. Desde aquí se puede seguir en coche los últimos tres kilómetros o tan bien se pueden realizar andando disfrutando del paisaje. Al final del valle nos encontraremos con la ermita de Santa María de Iguacel, una de las más antiguas de Aragón. Desde hace unos años, durante los fines de semana del verano, la Asociación de Amigos del Serrablo la mantiene abierta, e incluso, a cambio de la voluntad, te hacen una sencilla pero magnífica explicación. Lugar mágico que uno no debe de perderse.

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