Una vez situados junto a la ermita de San Miguel de Ayerbe, divisamos hacia el oeste, en el mismo tozal, unas ruinas. Son los restos de un castillo musulmán y de una antigua ermita dedicada a San Juan. Todo este terreno es denominado como "Os muros" (en aragonés), ya que solo quedan en pie varios muros de la fortaleza y de la edificación religiosa.
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