Esta excursión puede partir desde muchos puntos, pero nosotros la iniciamos desde el desvío de la carretera que sube a Santolarieta y al Salto de Roldán. Allí dejamos el coche y comenzamos a subir desnivel con la bicicleta.
Las vistas del Moncayo nevado eran alucinantes, y rápidamente pasamos a la cara norte del Salto, que deja un paisaje geológico espectacular.
A pocos kilómetros está el mirador, y desde allí parte otro camino hacia el Dolmen de Belsué, pero nuestro destino era otro, el refugio de peña Guara, que se encontraba a unos doce kilómetros de distancia del coche, con una pista muy pedregosa, pero aunque hacía frío, por la mañana está muy soleada.
Desde el collado donde dejamos el pico del Águila a mano izquierda, teníamos una pista que durante tres kilómetros bajaba a pocos metros de los acantilados de Cienfuens, en su parte superior hasta llegar al Refugio. Después fue recorrer todo el camino en sentido inverso.
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