jueves, 26 de junio de 2014

Casa Callizo.


Gusanitos de azulete y fresas.

 

La magia de Huesca: La trufa.



Latón a la cerveza estilo cantonés.



Arroz de Alcolea, berros, guisantes y habitas de nuestro huerto con los trigueros y hongos que nos da la primavera.



El paisaje es otro de los elementos fundamentales del restaurante.



Y el entorno le acompaña.



Ajo arriero ahumado con hojas y brotes del huerto.



Costillar de cordero.



Cordero del soto, crema de ajo, setas y ajetes escabechados patata asada y esquerola.





Postres: Cuento de la lechera.



A mano izquierda, entrando a la plaza de L'Ainsa, se encuentra el restaurante Casa Callizo. Restaurante de comida casera, reconvertido en cocina inventiva con los productos de la tierra. A mi parecer un poco caro, pero el lugar, y los platos que te ofrecen hace que se te quite el temblor al mirar la cuenta. Para quien le gusta comer, y también le gusta a la vez la imaginación en la cocina es un buen lugar.

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